miércoles, 23 de noviembre de 2016



Instinto

En su infinita sabiduría
el hombre pierde el norte
y a la altura de una noche prohibida
abre la puerta al deseo de errar
de matar lo que come;
siente la agitación de caer mientras busca el camino
se revuelve en su cáscara con violencia.
En el sótano climatizado había capas de pesadilla
piel  muerta, sin dirección fija.
Y el rey de los animales vuelve a la lluvia
de la que fue despojado para cumplir
su destino de hombre.





sábado, 19 de noviembre de 2016




WENDY VIAJA EN METRO


Estabas ahí con un abrigo teja
travestida por las ojeras
gorda como un colono rico
sin ases en el bolsillo/
plan b en las costuras
....
Vomitas para expulsar tus demonios
el bucle de agonía no se detiene.
Dejaste tu traje de Wendy
en un pasillo de Nunca Jamás
que se parece al metro
-Peter sigue conservado en naftalina
y aún así, tan adorable-
Me pregunto qué te traes entre solapas
qué esconde tu abrigo teja
y todos los abrigos;
si estás de regreso y si el miedo
se quedó pegado a tu labio en catarata.
Has perdido la menta fresca, los jazmines
tu cuello derrama opaco la profecía de sangre
de la yugular.
Flor estrábica.
A veces flaqueas en mayos somnolientos
a veces insinúas un tranvía que va escalando
lisboas.

sábado, 12 de noviembre de 2016



Tráfico de influencias



Todo me dejaron prestado
la sonrisa, una pelvis puntillosa
un laberinto por cabeza.
Y así hasta las caries dulces
de los lazos imperdibles,
voy hurgando contenedores de frutas escarchadas
-ay, esta falta de interés por lo corriente
que es casi provocación, anemia y descuido-
En este tráfico denso
me cubro de alquitranes
carretera secundaria con caminos
que buscan autopista,
las señales  advierten
asisto a una recomposición inexacta de los surcos
de las inundaciones, las vías rápidas, las veredas:
así es como me guían los ojos de mi madre,
la desazón de mi padre,
un hogar del que siempre estoy volviendo
atajos como domingos con cine.
Como el viento en la frontera
he palpado siglos a tumba abierta
todo tomé y nada devuelvo intacto,
ni las uñas explícitas
ni el cuerpo de arterias como rutas decentes.


                                               




sábado, 5 de noviembre de 2016


Soliloquio

Mi gato ha declarado una paz tácita
subido al tejado, sobre la chimenea imberbe
se rasca la barriga de su paraíso abstracto.
Envuelto en nubes
-con cierta algarabía de bigotes-
y sin fórmula de encantamiento
o efusiones de muestrario
se lame la paz sin rasguños
tal vez ya resacosa, maleable
gris tacto de terciopelo
que está a la altura
de todas las paces de superficie firme
o más.