miércoles, 31 de enero de 2018



Aquellos espejos



Me asusté cuando una piedra caliente bramó en mi corazón.
Se acrecentaba tu luz
para resucitar a Ofelia, a Penélope, a Edith,
a Carmen. A cada mujer, a cada apuesta
una desconocida apuntalaba mi pecho como ortiga silenciosa. 
Los ropajes cayeron pesados
como idioma extranjero y un río enfebrecido envenenó mi sangre.
Tus ojos
escarbaron en mis bolsillos rotos. Pequeñas capitulaciones,
breves, inútiles movimientos de defensa.
Tú nunca sabrás de mis renuncias
yo nunca sabré de tus rechazos.
A ciegas iban mis pasos a tu encuentro
y una virgen loca me miraba, mordiendo la manzana
como si comiera tierra.

Nuestros cuerpos desnudos resistieron el bisturí del espejo.

lunes, 29 de enero de 2018



Agua

El agua
pura y sus estragos
o el barro en anfibias riadas
siguen su curso y nadie está a salvo
al amparo de cimientos
en oxidadas láminas. 
Están desnudos los hombres entre la nada y el cielo
construyendo andamiajes que vacilan.
Todo es fermento, zozobra de la marea que recoge el botín
y lo apresa.
Los ojos de los puentes tragan las ramas secas de la montaña.
Hay un punto de saturación anterior a la deriva
hay una agitación de raíces, placas
hojas previas engullidas en barrancos sin piedad.
Cuando los cauces desbordan
se marcha en dirección imprevista:
ríos de cieno abrazan juncos en sus guardas nocturnas.
Incomoda saber que estamos tan cerca del precipicio
y que todos los paraguas se deshacen
en la crecida.
Que somos fragmentos, nubes descarriadas.
Aire, agua, piedras y erosión.

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sábado, 13 de enero de 2018


Las sangres

Roja, dulce, espesa, fría
caliente, fresca
heroica, azul, coagulada.
Positiva, alcahueta
hirviente, helada.
Explosiva, lujuriosa
podrida, fraternal. Sangre amenazada.
Sangre lunar, sangre amaestrada
fluida, gentil, avara, victoriosa.
Sangre agnus dei
sangre de los sinsangre
sangre avinagrada. Sangre fértil, sangre mártir
sangre en las heces, sangre en el alma.
Ríos de sangre, sangre elevada, sangre que expira
sangre joven, sangre paria.
Sangre enferma, sangre nueva, sangre de estatua y de lágrima.
Compasiva, sublime, transeunte de avenidas bifurcadas
sangre en la llaga supurando el abandono de la arteria
sangre virgen en altares mudos
sangre de sanguijuelas hartas.
Sangre en la luna, sangre en los ojos
sangre en la llama;
sangre fetiche y asesina
sangre negra de pulmón esclavo
sangre blanca de niña malcriada.
Sangre vital, sangre vengativa, opaca, inquieta. Sedienta, pasional
lúbrica. Salada.
Sangre mortal, agonizante, turbia, nocturna, infiel, trastornada.
.....
No llegará la sangre al río, decía mi madre
cuando las peleas nos giraban la boca más roja que la sangre roja
cuando en los puños nos mordía la sangre
y se agitaban los cántaros jóvenes del músculo más fiero. 

(Imágenes de la lectura de este poema en el Ateneo, el día 12 de enero de 2017. También junto a Francesc Cornadó, poeta y arquitecto)

lunes, 8 de enero de 2018



Esperanza.

Cualquier pretexto sirve para no abandonar la esperanza.
Sirve la fe, aunque retrate un imposible.
Sirve la inspiración, huérfana de alas abiertas.
Sirve la llama en hoguera de húmedos sarmientos.
Sirve la luna que corona los cerros con sueños envueltos en estrellas de regalo.
Sirven también los obreros, y los padres distantes que se aproximan con brillo en los ojos y buena voluntad.
Sirven los signos en la arena, y el papel en blanco que llama
desde su honda superficie de abundancia.
Por algún motivo que no acierto a explicar, sirven las esquinas con tropezones
y la sensación de irrealidad que convierte el tiempo en un círculo perfecto.
Sirven las aves migratorias que se borran en humos funerales
y las flores del desierto de Atacama
Sirve un hombre sin pasado como los héroes del cine
una mujer con pie cómodo, con risa libre.
Sirve lo que nunca sirvió y fue desechado.
Por servir, sirve hasta santiguarse al salir de casa
anticipando el regreso.